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Por Ojo de Lince
México se encuentra en medio de una creciente controversia tras la aprobación y expansión del uso de la CURP biométrica a través de la plataforma digital Llave MX, iniciativa que promete “modernizar el acceso a servicios públicos” pero que, según diversas organizaciones, representa un peligroso paso hacia la vigilancia masiva del ciudadano.
¿Qué es la CURP biométrica?
Se trata de una nueva versión de la Clave Única de Registro de Población que incorpora datos biométricos obligatorios: huellas dactilares, rostro, firma, e incluso, según versiones legislativas, podría incluir reconocimiento de iris. Esta CURP será necesaria para realizar múltiples trámites del Estado, desde acceder a servicios de salud hasta votar o cobrar una pensión.
A través de la plataforma Llave MX, el gobierno centraliza la identidad digital del ciudadano mexicano. En teoría, busca facilitar trámites, reducir la corrupción y mejorar la búsqueda de personas desaparecidas. Sin embargo, el nivel de control que otorga al gobierno ha despertado alarmas.
Riesgos y críticas: ¿una herramienta para espiar?
Organizaciones como R3D (Red en Defensa de los Derechos Digitales) y Artículo 19 han expresado su preocupación:
“Llave MX permite concentrar toda la información sensible de los ciudadanos en una sola plataforma, lo que incrementa exponencialmente el riesgo de vigilancia estatal sin control judicial y de violaciones a la privacidad.”
Además, señalan que en un país donde no existe actualmente un organismo autónomo funcional como el INAI, que garantice la transparencia y protección de datos personales, se corre el riesgo de crear un panóptico digital sin contrapesos democráticos.
La CURP biométrica también podría derivar en exclusión social. Personas sin acceso a tecnología, adultos mayores, comunidades indígenas y población trans ya han reportado dificultades para obtener su CURP actualizada, lo que podría dejarlos fuera de programas sociales y servicios públicos.
El control total en un clic
Un análisis de El País advirtió que este sistema puede cruzar información biométrica con otros datos personales: historial médico, financiero, educativo, bancario, de movilidad y de comunicación.
“Llave MX es el esqueleto digital de un sistema de vigilancia total, más cercano a modelos autoritarios que democráticos.”
Además, varios expertos han comparado este proyecto con el modelo chino de control social a través de inteligencia artificial y big data, señalando que México no cuenta con los candados ni transparencia para evitar abusos.
¿Y la legalidad?
En junio de 2025, el Congreso aprobó reformas a la Ley General de Población que hacen obligatoria la CURP con datos biométricos. Esta medida fue justificada como una herramienta para encontrar personas desaparecidas y mejorar la seguridad, pero más de 200 colectivos de familiares de desaparecidos rechazaron públicamente la iniciativa, al considerarla una excusa para controlar a la población sin resolver la crisis de desapariciones en el país.
Incluso el INE expresó su preocupación: si esta CURP llegara a sustituir la credencial electoral, podría socavar la confianza en el sistema democrático.
Conclusión
La tecnología no es mala por sí misma. Pero sin controles, transparencia y protección de derechos, se convierte en un arma de control político. La CURP biométrica y Llave MX tienen el potencial de transformar la forma en que los ciudadanos interactúan con el Estado, pero también pueden marcar el inicio de un modelo de vigilancia sin precedente en la historia mexicana.
¿Qué se necesita?
Un debate público serio, la reactivación de organismos autónomos como el INAI, participación ciudadana en la regulación digital y una auditoría externa de los sistemas de identidad para evitar que el miedo a la inseguridad justifique un poder absoluto.
🖋️ Ojo de Lince
Cartonista independiente
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