Aprovecha la energía del cambio de estación para reafirmar tus propósitos

Por: El Informador

Este viernes será el día más largo del año. UNSPLASH/Philip Mackie

Este viernes ocurrirá el solsticio de verano en el hemisferio norte, será el día más largo del año, con más horas de sol y una noche más corta. 

Más allá de la importancia geográfica del cambio de estación, la entrada del verano también ha sido asociada por diferentes culturas con la fuerza del sol y la vitalidad que imprime a la naturaleza, incluida la humana, es por eso que presentamos los mejores rituales para aprovechar la energía de este momento cósmico, según tu signo zodiacal.

La luna llena estará este viernes en Capricornio, lo que es propicio para reflexionar sobre las prioridades de nuestra vida, en dónde debemos enfocar nuestra atención.

Por otro lado, desde el signo contrario, Cáncer, se abre la oportunidad de cambiar lo que consideramos que nos está alejando de nuestras metas y anhelos, principalmente en términos de vínculos con los otros.

Ritual para signos de tierra (Tauro, Virgo y Capriconio) y fuego (Aries, Leo y Sagitario):

Este ritual es para reafirmar los pilares de nuestras vidas.

Esta noche, en la víspera del solsticio, podemos dejar un recipiente con agua a la intemperie para que reciba el rocío de la primavera que se va y captarlo en nuestro beneficio.

Al siguiente día, el agua se deberá utilizar para regar nuestras plantas favoritas o más cercanas, al tiempo que nos concentramos en que, así como ellas, nosotros también creceremos con firmeza, bien anclados a lo que nos ha forjado como personas.

Ritual para signos de agua (Cáncer, Escorpio y Piscis) y aire (Géminis, Libra y Acuario):

Este ritual se debe hacer al atardecer y tiene el objetivo del cambio.

Es necesario encender una vela y hacer respiraciones profundas hasta sentir que nuestra atención está en el momento presente. Entonces escribiremos en un papel aquello que queremos cambiar, conductas dañinas, sentimientos negativos, pensamientos incómodos..., después lo acercaremos a la llama para quemarlo, procurando mantener nuestra atención en el momento y manteniendo la respiración profunda.

Las cenizas serán esparcidas en el jardín o alguna maceta, con la idea de aportar nutrientes a la tierra y, a la vez, hacer espacio para lo nuevo en nuestro interior.

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