A través de un documental, el cineasta explora la evolución de este movimiento surgido en el Estado de Chiapas
Diego Enrique Osorno (sin capucha) acompañó a un escuadrón del EZLN en su viaje. ESPECIAL
El documental “La Montaña,” dirigido por el periodista y cineasta Diego Enrique Osorno, ya se puede disfrutar en cines de 12 ciudades de México, incluyendo Guadalajara.
El proyecto fílmico ofrece una mirada íntima y profunda al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), a tres décadas de su levantamiento en Chiapas. Con una duración de 93 minutos, “La Montaña” documenta el viaje realizado por una delegación del EZLN en 2021, que se aventuró a cruzar el Atlántico en un barco centenario, llevando su lucha y mensaje a los cinco continentes.
La película sigue al Escuadrón 4-2-1, compuesto por cuatro mujeres, dos hombres y una persona no binaria, en un viaje que duró 52 días. Diego Enrique Osorno fue invitado a unirse a la tripulación como testigo externo de esta travesía histórica. A través de su cámara, captura no solo el recorrido físico, sino también la esencia del movimiento zapatista, sus reflexiones y su resiliencia en un mundo que ha cambiado, pero donde sus luchas fundamentales permanecen, comparte en entrevista con EL INFORMADOR.
El cineasta recuerda el momento en que recibió la invitación para unirse a la delegación zapatista en su viaje por el Atlántico. “Me subo al barco con ellos, sin saber a ciencia cierta qué es lo que voy a encontrar,” comparte el director.
Esta actitud de descubrimiento guió la realización del documental, que se fue gestando durante el trayecto, sin un guion preestablecido, permitiendo que la experiencia misma moldeara la narrativa visual.
El reto de documentar un viaje tan singular y cargado de simbolismo no fue menor. Osorno destaca la responsabilidad que sintió al ser el encargado de registrar un evento tan significativo para los zapatistas y para los pueblos originarios en general.
Confiesa que “me sentía en muchos momentos abrumado de ser quien pudiera tener el registro de este viaje, olvídate de la película... tenía un valor muy grande y no quería ser yo quien no estuviera en la posibilidad de cumplir la encomienda”.
Sin embargo, la emoción de formar parte de esta aventura única también estuvo presente, enmarcada por conversaciones profundas y paisajes marinos que, según Osorno, nunca volverá a ver en su vida.
Uno de los aspectos más desafiantes del rodaje fue la necesidad de adaptar tanto el equipo técnico como los cuerpos de los cineastas a las exigencias de la navegación. Osorno describe el proceso como “muy guerrillero,” en el que la prioridad era que la cámara se integrará de manera natural en la dinámica del barco. “El reto más bien fue volver la cámara un tripulante más, que no se sintiera que la cámara estaba ahí filmando,” explica.
Dicho enfoque permitió capturar una intimidad y naturalidad en las interacciones entre los tripulantes, logrando que el espectador se sienta parte del viaje.
Cuenta con narradores de lujo
La narrativa del documental se enriquece con las voces en off de Ofelia Medina y del Subcomandante Marcos, quienes narran las bitácoras del viaje. Osorno explica que era crucial incluir la voz de Marcos, no sólo por su relevancia histórica, sino porque el zapatismo trasciende su figura.
“Me parecía importante que esa voz histórica estuviera presente. Le hice una entrevista hace seis años, una parte salió en el documental de 1994 que está en una plataforma, ese ha sido uno de los momentos en los que pudimos conversar un poco, con cierta amplitud de diversos temas, éste era un viaje marítimo, es verdad, pero también es el viaje del zapatismo, por lo cual tenía que tener impregnada esa poderosa voz del subcomandante, no en un primer plano, sino de manera secundaria”, señala.
¿Dónde verla?
En Guadalajara, el documental puede disfrutarse en la Cineteca (www.cinetecaficg.com) y Cinépolis Centro Magno (www.cinepolis.com).
CT
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