Los jugadores reconocen que deben mejorar en el campo para que la gente regrese a los estadios a apoyarlos y vuelva a conectarse con el Tri
Durante la fecha FIFA de septiembre, la afición mexicana en Estados Unidos le dio la espalda a la Selección, como sucedió ante Nueva Zelanda en el Rose Bowl de Pasadena, California (en la foto). IMAGO7/E. Espinosa
La Selección Mexicana disputará esta fecha FIFA de octubre en territorio nacional. El sábado se medirá al Valencia y el próximo martes a la selección de Estados Unidos, en Zapopan. ¿La misión? Reconciliarse con la afición. No hay más.
En los pasados partidos en Estados Unidos, en el debut de Javier Aguirre al frente del Tricolor, la fanaticada abandonó a su equipo y parece que la venta de boletos para el compromiso del sábado tampoco será buena para ver al combinado nacional.
De hecho, ayer se anunció una promoción de 2x1 en la compra de boletos del partido de la Selección, únicamente para aficionados del Puebla con abonos.
“Asimilado lo tenemos todos, sabemos lo que es, y nosotros queremos reconectar con ellos, debemos demostrarlo dentro del campo”, declaró el central César Montes, del Lokomotiv de Moscú (Rusia). “Estos partidos pueden ser importantes, en nuestra casa, conectar con ellos, ganar, sobre todo, y entonces, por eso son importantes”.
Aunque para ellos será extraño medirse a un club y no a una selección, el “Cachorro” destacó que será un partido interesante para la afición en el estadio Cuauhtémoc, donde la Selección Mexicana no juega desde 2017.
La Federación Mexicana de Futbol tiene planificado jugar más partidos con clubes de mayor entidad y mejor presente que el Valencia, ante la dificultad de concertar amistosos con selecciones que se están jugando la clasificación a la Copa del Mundo.
Una comitiva de la FMF encabezada por Duilio Davino se encuentra en Buenos Aires, buscando que el Tricolor se mida ante cuadros como Boca Juniors o River Plate.
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