Juan Rudametkin

Curioso que al inicio de nuestra vida como adolescentes e influidos por muy diversos factores, si hay algo que impide nuestro ”gran desarrollo” son nuestros papas. y aquí esta el inicio de nuestra patética historia: Los amigos. Cuantas veces nuestros papas nos aconsejaron que esa amistad nos iba a arruinar la vida? Y terminamos con la trillada amenaza de que nos vamos de la casa si se meten con nuestros amigos. Estamos en la calle, porque si con alguien contamos en medio de las situaciones mas terribles es con nuestros papas.

Si supieran nuestros hijos hasta donde podemos llegar para salvarles la vida, para verlos seguros y felices! Pero como le digo a mi esposa, solo nos queda esperar a recibir migajas de su cariño y créannos! Con eso nos basta! Asi es el amor filial. Se entrega con todo el paquete. Despreciados, rechazados, agredidos, abandonados, humillados… Caracoles! estoy describiendo al llamado Jesucristo? Yo creo que si pues el soporto todo esto sin emitir quejido asi como nosotros mismos!

Jovenes, hijos, si supieran la calidad de papas que somos para ustedes, es casi seguro que lo pensarían dos veces antes de iniciar una revuelta familiar. Si supieran que un dia decidimos cambiar nuestra forma de ser y actuar para no convertirlos en objeto de verguenza ante otros por nuestra causa, que ya, al fin nos dimos cuenta de que si una relación intima y llena de amor y respeto pudiera existir con nuestros papas, vendría a cambiar todo el concepto de nuestra vida, pues nada hay mas satisfactorio que ser el orgullo, la honra, la gloria, la felicidad de aquellos quienes en diversas formas dieron su vida por nosotros.

Aun es tiempo!!! Voltea hacia atrás y te encontraras a la mejor con dos medio viejos que te saludan a lo lejos y que solo esperan que seas feliz! Miralos! Derramaron una lagrima! Te aman! Haz a un lado todo aquello que en su momento te alejaron de ellos. Mira! Aun están allí! No esperes a que solo veas uno solo, no!

Deje la casa a los 19 y no regrese. Perdi una fortuna por mi necedad, nunca tome en serio todos los buenos principios morales y espirituales y ahora de viejo (69) me analizo y digo: Debi haberlo pensado dos veces. Bueno, aprendí la dura lección y ahora siento la obligación moral de transmitirla como un testimonio.

Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros. Socrates